Reino Animal (Social)
El ser humano por naturaleza es ambicioso... tanto que hoy en día se olvida de que también pertenece a este fenómeno que se da en nuestro querido planeta tierra.
Voy a comenzar hablando de mi, y es que desde pequeño me fascinaban de una manera increíble los documentales de la 2, vivo en España y por suerte o por desgracia era y es la única forma de acercarme a conocer todos los maravillosos mundos que se presentan en estas tremendas producciones.
Pero esto es una mera introducción de lo que realmente importa.
Creo que conocemos muy poco a ninguna especie animal y lo mucho que creemos conocerlas no nos deja ver más aya, ya que a menudo solo vemos lo que se nos muestra por fuera, "Por todos es sabido que somos esclavos de las apariencias y aquí no es de otro modo".
Al igual que nos pasa a los Seres Humanos, no todo es fachada y digo esto por que es muy común entender y juzgar lo que solo los ojos ven, haciéndonos una idea rápida y confusa "en la mayoría de ocasiones" preconcebir algo solo en unas milésimas de segundo es quizás un mecanismo de defensa para dejar al cerebro tranquilo, ya que quizás de otro modo nos volveríamos locos analizándolo todo, pero no es excusa...
Es en este punto donde creo que deberíamos de reflexionar y aprender, tomando como referencia las propias relaciones humanas que no siempre entendemos por completo.
Me ha pasado en innumerables ocasiones, viendo uno de estos documentales, "los cuales mucha gente solo utiliza para quedarse dormidos..." conocer y alucinar en mayúsculas con el comportamiento que tienen la mayoría de animales.
Creo que muchas personas no tendrían comportamientos tan "humanos, como diríamos nosotros" que reflejen su lado más "humano" valga la redundancia.
Ver como una Elefante madre se queda al lado del cuerpo de su cría sin vida durante días sin tan siquiera separarse de el para alimentarse y ver como sus compañeros de manada se acercan y la acompañan en tan dura situación, poniéndose todos en peligro y enfrentándose a cualquier animal que intenta acercarse, incluso en ocasiones hasta el punto de llegar a perder la vida.
La delicadeza con la que un cocodrilo de 1 tonelada de peso y 7 metros de longitud lleva a sus crías al agua en el interior de sus fauces cuando estas la reclaman al nacer sin hacerlas ningún daño.
El ritual amoroso y minucioso que muchas especies de aves realizan para encontrar su media naranja.
Y de este modo una innumerable cantidad de casos en los que a mi entender son una pequeñísima muestra de lo mucho que como decía al principio del artículo deberíamos aprender de ellos.
Aprender a escucharles es el principio...
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