Charlie y la fábrica de chocolate (Cine)

Hablar de Tim Burton es sinónimo de imaginación... dejamos a un lado el mundo real y nos adentramos en la mente de un creador de mundos siempre sorprendentes.

La película que nos acompaña hoy es tan especial como cualquiera de sus obras, ya que personalidad y originalidad son santo y seña del propio Director.

"Por favor entra y sueña conmigo"

Charlie es un niño pobre de familia humilde que vive con sus dos abuelos en una pequeña casa en la que por desgracia no hay demasiado hueco para sorpresas, aunque su suerte cambiaría pronto...

El pequeño Charlie es un niño inquieto y lleno de bondad al que le encanta soñar, el viaje comienza con un anuncio en la televisión de alguien al que Charlie tiene MUCHO APRECIO...

La película comienza de manera "normal" y transcurre de la misma forma, "refieriendome a normal por que las películas de Tim Burton suelen tener una buena dosis de fantasía que unidas a personajes mayoritariamente un poco (locos) no dejan dudas de que están hechas por este"

Tiene claras y evidentes tendencias a la fantasía de Burton, una casa construida en la punta de una cima caricaturizada de manera imposible, unos personajes bastante (locos) como decíamos antes, un claro ejemplo es el abuelo de Charlie que mantiene en todo momento la esencia de esos personajes entrañables pero un poco majaretas y una ambientación que sobre todo en el interior de la casa de los protagonistas buscan una esencia fantástica.

Yo la separaría en dos partes muy diferenciadas,
Primera parte de Realidad y segunda parte de Fantasía, en la que charlie siempre ha querido vivir.

Bien narrada y venida siempre a más te va metiendo en la ilusión de un niño que persigue su sueño, en la que nos demuestra que la constancia y los sueños van de la mano si se desean con fuerza.